Tras dos largos años en las que las actividades multitudinarias se vieron canceladas por la pandemia global de covid-19 y con el regreso paulatino a la cotidianidad, las manifestaciones religiosas de semana santa como lo son la Procesión del Silencio vuelve a recorrer las calles y callejones del Centro Histórico de Zacatecas.
Con algunos cambios necesarios como lo son: un camino más corto y la disminución de participantes que bajó de 6 mil a sólo 2 mil, las imágenes religiosas del siglo XVI que se encuentran en diferentes capillas y parroquias de la diócesis del estado y que representan diferentes pasajes de la pasión de Jesucristo son sacadas para que los zacatecanos y turistas presentes sean partícipes de esta expresión religiosa y citas piezas forman parte del acervo cultural del estado.
El Festival Cultural de Zacatecas ha adoptado este evento como uno más dentro de su programa anual, lo cual ha ayudado a que se difunda y llegué a más personas a nivel nacional e internacional, tanto así que se tienen registros de que en 2015 participaron cerca de 30 mil personas.
Por las calles Guerrero, Allende y Avenida Hidalgo del centro de la ciudad, las diferentes cofradías marcharon en silencio y de forma respetuosa al ritmo monótono del tambor acompañando las imágenes de María y Jesús cargando su pesada cruz.
La Procesión del Silencio se llevó a cabo por primera vez en 1550, traída por los españoles católicos que llegaron al territorio zacatecano después de descubrir la riqueza minera de la zona, y hoy 472 años después los presentes vuelven a ser partícipes de una muestra más del vasto abanico cultural de Zacatecas.
