
Con una emotiva ceremonia en el Antiguo Templo de San Agustín, fue clausurada la exposición “En Morada Solitud”, con la que la artista zacatecana Susana Salinas celebró 25 años de trayectoria artística.

El evento contó con la presencia de Dulce Muñoz Reyes, directora del Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” , y Ángel Román, rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas , quienes acompañaron a la creadora en este cierre lleno de simbolismo y emoción.
Durante la clausura se proyectó el documental “Susana Salinas. En Morada Solitud”, una mirada íntima al proceso creativo de la artista y al significado de esta muestra que combina pintura e instalación, explorando la interacción entre el arte, el cuerpo y la comunidad.




Como parte del acto, Susana Salinas donó a la UAZ su serie “Flores féminas”, reafirmando su compromiso con el arte como legado colectivo.


“La solitud no es ausencia, sino una forma profunda de presencia.”

En su discurso de cierre, Salinas agradeció a todas las personas que hicieron posible la exposición y acompañaron su proceso artístico:
> “Gracias a quienes creyeron, acompañaron y se permitieron habitar conmigo este espacio. Porque al final la solitud no es ausencia, sino una forma profunda de presencia, la propia y la de quienes caminan a nuestro lado.”

Conmovida, la artista destacó que “En Morada Solitud” fue mucho más que una exposición: fue un espacio de encuentros, revelaciones y afectos.
> “Este cierre también les pertenece, porque su entrega, su presencia y su amor forman parte viva de esa morada que ya no me pertenece solo a mí, sino a todos nosotros.”
Entre los agradecimientos más personales, Susana recordó el acompañamiento de su familia y de su compañero de vida, así como la compañía de Chole, su amada mascota y compañera, símbolo de amor incondicional y vínculo afectivo que, según dijo, “representa a esos seres que son parte de la familia y también nos sostienen emocionalmente.”

Un arte que se toca, que se comparte
Desde su inauguración, “En Morada Solitud” transformó el Ex Templo de San Agustín en un espacio multisensorial. Las obras invitaban al público a tocar, tejer e interactuar con los materiales, sumando hilos a una trama simbólica de unión y sanación.
> “Deseo reafirmar la importancia de que el arte sea para todos los públicos: un arte cercano, habitable, tejido entre miradas y manos. Porque el arte, cuando se comparte, vive; vive en la mirada que lo contempla, en la palabra que lo nombra y en el gesto que lo transforma en compañía.”

La exposición, caracterizada por su paleta de tonos morados, lilas y violetas, se integró armoniosamente con la atmósfera espiritual del recinto, ofreciendo a los visitantes una experiencia profunda de conexión sensorial y emocional.






Con esta clausura, Susana Salinas cierra un ciclo de 25 años de creación, reafirmando su compromiso con un arte que no se encierra en museos, sino que se vive, se siente y se comparte.
En Morada Solitud” deja en Zacatecas una huella de comunidad, amor y presencia; un recordatorio de que el arte florece cuando se habita juntos.